Denise Dresser habla de los sentimientos encontrados que tiene por el triunfo de Claudia Sheinbaum: alegría porque es una mujer y zozobra porque gaseó al movimiento feminista, por querer morenizar al INE, atacar los contrapesos, maquillar cifras, desaparecer a desparecidos, hacer suyo el Plan C, apoyar la prisión preventiva oficiosa y avalar la “carnicería” institucional.
CON INFORMACIÓN DE LATINUS