Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial del oficialismo, negó que en México existan grandes redes de criminalidad y que la delincuencia común haya aumentado alimentada por ‘la marginación’ y que exista militarización, además de que dijo que las estrategias de seguridad a nivel nacional, estatal y local no ‘han sido insuficientes’.
La morenista, aún sin estar del todo de acuerdo con el contenido del Compromiso Nacional por la Paz, firmó el documento planteado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) que se compone por siete capítulos y 132 propuestas.
Sheinbaum acotó en este acto que tuvo lugar en el auditorio Alfonso García Robles del Centro Cultural Tlatelolco que firmó este documento con la leyenda: “Firmo el documento en el entendido de que hay una visión conjunta de construcción de la paz. Sin embargo, hay diversas afirmaciones y propuestas en las que no coincido”.
Aparte, la exjefa de Gobierno de la capital fue acompañada por los integrantes de su campaña: Mario Delgado, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal e informó que agregó a su firma el documento Sigamos dialogando: Coincidencias y diferencias con el documento ‘Compromiso por la Paz’.
“No comparto la evaluación pesimista del momento actual que se presenta. (…) Tampoco coincido con la visión de que ‘prevalecen el miedo, la impotencia, la desconfianza y la incertidumbre’. (…) No coincido con ‘la descripción del problema’ en el tema de seguridad en sus primeros tres párrafos, donde se afirma que ‘aunada a estas grandes redes de criminalidad, ha aumentado en México la delincuencia común’”, ante lo cual la estrategia de seguridad ha sido insuficiente, debatió.
Claudia Sheinbaum celebra coincidencias en pacto de paz
Sin embargo, Sheinbaum se congratuló de que hay coincidencias, especialmente en ‘la de superar la visión punitiva de autoritarismos y decretos de guerra, y avanzar a una visión de construcción de la paz atendiendo las causas’.
“En este momento se debaten en México dos modelos de nación y por lo tanto de seguridad: uno, el de seguir transformando, erradicando la corrupción, los privilegios y donde la seguridad y la paz son fruto de la justicia en el más amplio sentido; o el del pasado, que pretende una regresión a la violencia del Estado, a la mano dura, a más cárceles. Esta última visión está basada en el miedo y el miedo suele ser el combustible que utiliza el autoritarismo en tiempos electorales”, agregó.
Mientras tanto, monseñor Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM dio a conocer que la Iglesia Católica ha sido testigo del clamor de las víctimas y que hace más de 20 meses tuvo lugar un punto de inflexión cuando mataron a los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, en el estado de Chihuahua.