La aerolínea comercial que va a traer los restos del mexicano Orión Hernández va a traerlos hasta el día viernes 31 de mayo por la noche por un problema de logística.
Según la cancillería mexicana, el cuerpo del mexicano que fue asesinado y secuestrado por Hamás desde el 7 de octubre, salió el jueves del aeropuerto internacional Ben Gurión al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para ser entregado a sus padres, Sergio Hernández y Marie Pascale Radoux.
Previo a ser traídos de vuelta a México, los restos del franco-mexicano Orión Hernández Radoux este martes recibieron un homenaje en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv en Israel.
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El Muerte de Orión Hernández
El joven fue asesinado y secuestrado el 7 de octubre junto a otras 364 personas, entre ellas a su novia Shani Louk por los terroristas de Hamás en el concierto de música Nova y retenido su cuerpo en la Franja de Gaza por más de siete meses.
“Último homenaje de los representantes de Francia en Israel a Oríon Hernàndez-Radoux, víctima de los terroristas de Hamás, fallecido mientras participaba en el Festival Nova por la Paz el pasado 7 de octubre junto a su novia Shani Louk. Que descansen en paz”, escribió la cuenta de la embajada de Francia en Israel junto a la imagen en la que se observa el féretro con su fotografía, dos coronas con el nombre de Francia y México, así como las banderas de Israel, Francia, México y Alemania.
Orión tenía la doble nacionalidad franco-mexicana por su madre Marie Pascale Radoux, exmodelo y actriz que vivió en México en la década de los 80 y su padre Sergio Hernández.
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El lugar donde tenía lugar el festival por la paz Nova era un terreno sobre la carretera 232 cerca de la ciudad de Sderot y en este se habilitó un memorial con las fotografías y objetos que traen el recuerdo de los 364 jóvenes asesinados.
Los familiares, amigos y las víctimas que salieron ilesas por el ataque colocaron además un jardín en el que sembraron un árbol por cada una de las víctimas mortales y en el lugar exacto donde estaba el bar en el que mataron a más de 20 jóvenes que ocuparon el sitio como refugio y se dispuso una placa y altar para recordar la tragedia.
“We will dance again” (Volveremos a bailar) se lee en hebreo e inglés en los distintos carteles que colocaron junto a las fotografías de las víctimas.