La Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia informó que se pudieron evitar 300 mil muertes.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó el reporte de la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia que afirma que casi 300 mil muertes por Covid-19 en México se pudieron evitar si el gobierno no hubiera minimizado el riesgo de la enfermedad por el nuevo coronavirus.
Durante la conferencia matutina, AMLO dijo que “Ese estudio -entre comillas- se hizo a modo para perjudicarnos, para demostrar ineficiencia en el gobierno en un caso tan triste y lamentable como fue la pérdida de vida de miles de mexicanos. Es un acto vil de politiquería, sobre todo darlo a conocer en este tiempo. Si ustedes ven quienes son los ‘patrocinadores’, son como los ‘abajo firmantes’, si hacen un cruce, ahí los van a encontrar”.
AMLO dijo que él y sus funcionarios cuentan con la ‘consciencia tranquila’ porque durante la pandemia trabajaron mucho para salvar vidas y evitar muchas más muertes y que una prueba de esa situación es que México fue uno de los primeros países en conseguir la vacuna Covid-19 y que en cinco meses se encontraban vacunados todos los adultos mayores en el país.
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AMLO también dijo que “pusimos de pie hospitales, se consiguieron equipos que no había, porque imagínense cómo heredamos al sector salud. Y nos unimos, trabajábamos día y noche todos los integrantes del sector salud, nos ayudó mucho la Marina, la Secretaría de la Defensa (Nacional), se distribuyeron por todo el país más de 200 millones de dosis de vacunas”.
También indicó que su administración gestionó adecuadamente la pandemia a pesar de la oposición que ‘muestra el cobre’, o sea que no tiene escrúpulos morales de ninguna índole porque trafican con el dolor de la gente.
¿Qué dice el informe?
En 400 páginas, este documento señala las razones por las que se considera que la respuesta de México con la pandemia fue un fracaso como: “la permanente subestimación de la gravedad del virus, la centralización y personalización de las decisiones, y la política de austeridad”, ya que casi cada cuatro de 10 muertes por COVID-19 “sucedieron por fallas en la gestión gubernamental”.
Otro de los factores es que la emergencia sanitaria se dio cuando México tenía un cambio profundo en el Sector Salud porque apenas se había extinguido el Seguro Popular para dar paso al Instituto de Salud para el Bienestar que es considerado como fallido y a este se le añadió el cambio de mecanismo para conseguir medicinas en una coyuntura que demandaba medicinas, insumos y vacunas.
“La directriz ‘quédate en casa’ causó un efecto perverso pues un gran número de pacientes llegaron muy tarde para su atención al hospital (…) el gobierno renunció a la atención de pacientes con COVID-19 en el primer nivel: la atención había que procurarla en casa. De tal suerte que la la mayoría de los enfermos en México acudió a las farmacias privadas, donde fueron víctimas frecuentes de malas recomendaciones o sobremedicación”, se lee en el documento.
